• La Barca del Tio Vito
  • Playas Naturales
  • Deportes Náuticos

Fiestas Patronales de San Antonio Abad

16 de enero. Vispera

Por la mañana, los danzantes van a cortar la luminaria para encenderla en la plaza hacia mediodía. Comen en casa del mayordomo. Por la tarde, los danzantes salen con dos ligas de cascabeles debajo de los pantalones, unas cintas coloradas con lazo a la altura de las corvas, un pañuelo de cabeza a modo de corbata, sujeto por un anillo y un broche. A partir de este día, las castañuelas también llevan cintas coloradas. Acompañan a los cabezudos en un recorrido por el pueblo, lanzando cohetes y llevando con ellos músicos que van amenizando el pasacalles.


Tras la novena, se hace la ofrenda floral al Santo, llevando ramos de flores, roscas de pan, diciendo dichos populares... Al final, los danzantes danzarán. Luego suele haber traca y baile.


En las casas, se prepara la comida de los días de fiesta mayor (17 y 18) para no tener problemas esos días. Suele ser variada, aunque lo fundamental es: escarapuche de carne, de peces, ensaladilla, huevos rellenos, carne en salsa, caldereta, escabeche de pollo, y de peces... Además de los dulces que se han preparado con antelación, entre los que no pueden faltar los canutos, típicos de San Antón.


Según se llega de la misa, novena, baile... se va picando de lo que hay hecho, la mayoría de las cosas frías (escabeche y escarapuche) que suavizan, además, los estómagos algo estragados. Siempre hay una bandeja de canutos preparada en las casas de Peloche.


17 de enero. Fiesta Mayor.

Por la mañana temprano salen pidiendo por las casas, después de haber hecho la lumbre de la casa del mayordomo. Los vecinos dan la limosna a los danzantes y los solomillos para el Santo. Tras completar el recorrido, comen las migas en casa del mayordomo y se van a vestir.


El traje de danzante para el momento de la misa mayor es: pantalón oscuro, camisa blanca con chorreras en pechera y puños, dos cintas en cada brazo (brazo y antebrazo) rojas, verdes, azules o rosas; chaleco con espalda de hilo y pechera de tela brillante, dos bandas (cubrecosturas) cruzadas de los hombros a las caderas, pañuelo de cabeza a modo de corbata, sujeto por anillo y broche; mantón de Manila (bordado preferiblemente en el mismo tono que la tela del pañuelo) puesto en pico (los de la derecha y el guía, con el pico hacia la derecha, los de la izquierda con el pico hacia la izquierda, desde la cintura hacia las piernas, dejando los flecos que vayan moviéndose cuando danzan; cuatro flores en la espalda en forma de cruz, en los huecos que dejan las bandas al cruzarse; los cascabeles bajo el pantalón, las cintas con lazo sobre el pantalón y en las castañuelas. Queda un cuadro charro de gran colorido y precioso de ver.


Cuando van estando vestidos, acuden a casa del mayordomo. De ahí salen ya danzando hacia la casa del alcalde y de la casa de éste a la del cura, siempre danzando. Así entran en la iglesia, cogen al Santo los cuatro de atrás mientras los tres primeros continúan danzando delante del Santo. Lo sacan a hombros y cuando están afuera, los devotos se van al Santo y ellos inician su danza que no cesará mientras dure la procesión por todo el pueblo. De vez en cuando, se para la procesión para que ellos hagan los cruces y giros que la danza impone. A lo largo de la procesión, los devotos van echando dinero a las andas. Al llegar de vuelta a la iglesia, se hace la subasta de las mangas. Casi siempre por manda y ofrecimiento.


Suele ser un acto, a pesar de hablarse de dinero, con bastante recogimiento. Cuando acaba la misa (con las canciones de la Misa Extremeña) se repiten algunos dichos y otros que no se hayan dicho el día de antes. Los danzantes van a casa del mayordomo, se quitan el mantón y comienzan a recorrer las calles vendiendo las roscas del Santo. En la casa del mayordomo se venderán los canutos del Santo.


Por la tarde, tras la novena y la danza (último día) hay fuegos artificiales acuáticosy el baile. Durante el baile se subastan los solomillos, y las ofrendas de roscas grandes, tartas... que le hayan llevado al Santo.


18 de enero. San Antón Chico

Es también día de fiesta. Los danzantes mantienen los lazos colorados y el pañuelo de corbata. Suele haber actividades para los niños pequeños y se hace una fiesta homenaje a la tercera edad. Al final del día habrá baile.


Al baile suelen acudir los danzantes y sus familias, que esa noche cenan juntos, disfrazados de carnaval.


Es una fiesta eminentemente religiosa y popular, que está arraigada en todos los “pelochos” vivan o no en el pueblo. Todo aquel que puede acudir a San Antón, no deja de hacerlo. Y el que no puede, allí donde esté, pasa el día pendiente de lo que se irá haciendo en Peloche. Cualquiera tiene manda ofrecida de ser danzante, mayordomo, dar dinero al Santo, subir una manga, llevar un ramo o una rosca... viva o no en Peloche. Y mentar al Santo es unir al pueblo.


Cualquiera del pueblo que no pueda venir a la fiesta, pasa este día abrumado, nervioso y entristecido. No faltan las llamadas a lo largo del día, para preguntar cómo va todo, si ha llovido, si ha habido procesión, si se sabe lo que ha sacado el santo...